El extraño comportamiento del ser humano (Vol. 8)

«Por que cuando ves a alguien jactándose ‘de lo mala gente’ que es, o se alegra por la desgracias ajenas, lo único que puede causar es lástima.»

Escribí eso a principios de 2016, y leyendo las columnas anteriores de este título, veo que a través de los años he mantenido esto. Cambié en muchas cosas pero este tipo de pensamientos creo que los tengo desde niña, al escuchar a mis familiares hablar mal de todo mundo, y haciéndose la burla de las wawas – que éramos nosotros. Me parecía patético y estaba decidida a que yo no tendría porque vivir rodeada de gente así.

La cosa es que todas podemos ser «esa gente así».

Creo que con el tiempo aprendes a conocer las reacciones que te hace sentir diferentes emociones, pero no siempre tienes el control de lo que vas a sentir simplemente lo haces, y como eso no ha sido racionalizado – aún – puede sentirse explosivo. Siento que hay algo de magia (blanca u obscura) cuando se pierde el control de la cabeza, depende en que estado anímico estés para que si te hiere, duela de maneras particulares en las que salimos heridas.

No será lo mismo estar a punto de morir en un accidente, a enterarse que te ganaste esa beca que esperabas, ambos pueden resultar en emociones extremas y cuando pasa puede que nos agarre en curva, que no siempre podamos «racionalizar» esas emociones y simplemente explotar.

Ser frágil como una bomba puede sonar bastante provocativo. ¿Pero es necesario estar provocando todo el tiempo? Creo que hay que saber elegir bien los momentos para ser bombas, cuando dejas una información en determinado contexto y tono, puede generar reacciones en ola que destruyan todo a su paso hasta cierto límite. Si alguna vez quieres volver ahí tendrás que ir a esos límites para ver si hay voluntad para reconstruir los puentes, pero si lo haces con la potencia necesaria puedes calar mas hondo. De ahí su riesgo, hay cosas que no valen la pena explotar y ante el desencadenamiento fortuito de emociones inesperadas, como un cuchillo de cocina filoso se clava en la boca del estómago, entonces solo puedes gritar, ¿pides ayuda o insultas a quien te hirió? Son minutos decisivos y tienes que tomar la decisión más abierta y certera, tienes toda la razón para estar enojada, pero ¿cuán importante es para vos proteger a la persona / situación que te hiere?

A veces hay que alejarse de las bombas por que te pueden explotar en la cara sin previo aviso.

Es extraño el comportamiento del ser humano, a veces subestimamos nuestras habilidades y no nos damos cuenta que en nuestros sueños REM nos volvimos expertas en bombas, y cualquier artefacto de caos y destrucción. No tenemos que vivir protegidas con radares que detectan todos los peligros. Con ese grupo de seres humanos que nos rodean y elegimos estar no debería ser así.

¿Nos damos cuenta cuando estamos siendo «esas personas»? ¿Cuál es nuestro nivel de conciencia para que en esos instantes disociemos, nos vayamos del lugar por que quedarse significa explotar? ¿Qué prima en la toma de decisiones? ¿Cuánto tiempo te quema? Cada quien sabrá a que atenerse, finalmente solo es una la que conoce mejor su propia radioactividad.

Y si explota es por que tenía que, finalmente no somos Terminator para tener todo fríamente calculado.


«So where are the people who know how to lift me up?
Where did my friends go? I miss them all so much

The best ones, the rude ones
The old ones, the new ones
The worst ones, the great ones
The real ones and the fake ones»

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